A medida que nos acercamos al Triduo pascual, debemos recordar por quién es que vivimos. Vivimos para el que murió por nosotros. Cristo bajó del cielo a sufrir y a morir por nosotros. No meditamos sobre este amor. Nosotros los cristianos sabemos que somos un pueblo libre, pero nos hemos olvidado que nuestra libertad se pagó a un precio grande.
"Insultado, no devolvía los insultos, y maltratado, no amenazaba, sino que se encomendaba a Dios que juzga justamente. El cargó en su cuerpo con nuestros pecados en el madero de la cruz, para que, muertos a nuestros pecados, empezáramos una vida santa. Y sus heridas nos han sanado. ". (1 Pedro 2, 23-24)
"Insultado, no devolvía los insultos, y maltratado, no amenazaba, sino que se encomendaba a Dios que juzga justamente. El cargó en su cuerpo con nuestros pecados en el madero de la cruz, para que, muertos a nuestros pecados, empezáramos una vida santa. Y sus heridas nos han sanado. ". (1 Pedro 2, 23-24)
Como cristianos, debemos de recordar siempre que Jesús ha muerto por amor a nosotros. Lo único que quiere a cambio es nuestro amor. Que realmente le amemos a Él, y a todos nuestros hermanos y hermanas en este mundo y en el próximo.
Que podamos recordar este Viernes Santo quién fue que murió: el amor de Dios vivo... Jesucristo.
Que podamos recordar este Viernes Santo quién fue que murió: el amor de Dios vivo... Jesucristo.
No comments:
Post a Comment